La pandemia como crisis sanitaria, social y económica nos enfrenta también a un vértigo emocional que fácilmente puede desbordarnos. ¿Cómo está afectando emocionalmente al personal sanitario que está en primera línea de trabajo? ¿Cómo afecta a simples padres y madres, abuelos y abuelas? ¿Cómo afrontar la soledad, el aislamiento, la incertidumbre?

MARÍA DEL SOL RECUERO

Mientras la solidaridad ha empujado a cientos de personas a ponerse a coser mascarillas y fabricar EPIs
caseros, María del Sol Recuero, se ha visto en situación de acercar solidariamente su saber hacer: es arteterapeuta y docente en Farbe.institute, Diplomada en arteterapia-LOM por el Institut für Humanisitsche Kunsttherapie IHK, Suiza. Desde hace más de 15 años desarrolla su labor acompañando a través del arte a niños, adultos y ancianos.

— María del Sol, en pocas palabras ¿qué es arteterapia y cómo puede ayudarnos en este contexto.

La Arteterapia es una profesión asistencial que utiliza la creación artística como herramienta para facilitar la expresión y resolución de emociones y conflictos emocionales o psicológicos. LOM® Lösung Orienterter Malen es un método de arteterapia breve, desarrollado en Suiza por la Dra. Bettina Egger y Jörg Merz M.Sc., en el que buscamos sustituir en nuestro cerebro las imágenes internas inquietantes por otras nuevas que ayudan y tranquilizan.

Estamos viviendo un tiempo extraordinario. El estrés que genera esta situación desconocida hasta ahora, especialmente en los profesionales más expuestos, ha empezado a dar la cara en forma de ansiedad, insomnio, tristeza, miedo, irritabilidad, tensión, inseguridad, todo un repertorio de síntomas relacionados con el estrés sostenido durante un periodo prolongado y no gestionado adecuadamente o imposible de tratar por falta de tiempo, terapias largas, ausencia de profesionales online, desconocimiento, etc.

Arte terapia LOM

Con Arteterapia LOM ® podemos ayudar a resolver estos síntomas bajando los niveles de estrés a través de unos sencillos ejercicios con la pintura y los movimientos lentos de la mano, que comunican al cerebro la información necesaria para que entienda que no hay peligro y que puede desactivar el «modo supervivencia» dejando de segregar sustancias y hormonas como la catecolamina, el cortisol o la adrenalina que, aunque muy necesarias en situaciones puntuales, mantenidas en el tiempo nos hacen enfermar.

—¿Cómo empezaste a colaborar con personal sanitario en estos días?

Surgió cuando mi hijo, enfermero en un hospital madrileño, me contaba como él y sus compañer@s estaban viviendo situaciones muy difíciles en el día a día del hospital y como algún@s se derrumbaban y lloraban en cualquier rincón, otros no dormían bien, algunos sentían culpa y a él personalmente le producía mucha tristeza, de la que se hacía consciente en los momentos de descanso.

En conversaciones posteriores hablamos de la posibilidad de pintar una imagen para el malestar que sentía durante su descanso. Solo contaba con una cajita de lapiceros de color, regalo de una pizzería.Le costó encontrar un lapicero que pintara bien.

Le pedí que pensara en qué le estresaba o le dolía cuando recordaba el hospital, que lo puntuara de 0 a 10 y buscamos una metáfora para su pesadumbre.Cuando terminó la imagen, el estrés había bajado de 9 a 2.Días después, volví a llamarlo para revisar y, como era de esperar, no había vuelto a tener molestias. Aparecerán otras emociones relacionadas con las situaciones que vive en su trabajo pero esta que pintamos no volverá. Me preguntó si podía acompañar a algunos de sus compañeros y compañeras y así empezó todo.

«La arteterapia en forma de imágenes pintadas será una ayuda que mitigue tanto dolor y tendrá una imagen para el cerebro que le informe de que todo terminó.»

— Y después, ¿quiénes más te han pedido ayuda?

Después, la mamá de un preadolescente me pidió ayuda porque, tras muchos días de confinamiento, escuchar la frase «Mamá, ven» la sacaba de quicio y trabajamos con esta frase. Cuando hablé con ella una semana más tarde, me comentó que su hijo ya no demandaba tanto su atención. En realidad, lo que había ocurrido (durante la sesión de arteterapia) es que había desprogramado la frase «Mamá, ven» evitando así toda la avalancha de reacciones físicas y emocionales asociadas a esa frase y, por lo tanto, estaba libre para tomar una buena medida y poner limites firmes y amorosos a su hijo. No había cambiado él, había cambiado ella.

Luego, me contactó una trabajadora de un centro de mayores en cuarentena con un inicio de crisis de ansiedad motivado por la pérdida de su test en el laboratorio. En su caso solo contaba con un bolígrafo azul y una cuartilla ¡Y funcionó! Un camionero, la cajera del supermercado…. La voz se va corriendo.

De esa forma empezó mi contribución solidaria para estos tiempos. Ahora, acompaño a una o dos personas por la mañana y otras tantas por la tarde.

Cuando todo esto termine llegarán aquellos que perdieron a sus seres queridos sin poder despedirse, sin verlos, sin funeral. Todos ellos necesitarán dar espacio a lo sucedido. La arteterapia en forma de imágenes pintadas será una ayuda que mitigue tanto dolor y tendrá una imagen para el cerebro que le informe de que todo terminó.

— ¿Cómo es ese acompañamiento? ¿Cómo organizas las sesiones?

Las sesiones son por video conferencia. Requieren por mi parte una concentración y atención mucho más alta que en las sesiones presenciales, pero el porcentaje de éxito es muy similar.

A algunas personas, sobre todo hombres, les cuesta más aceptar una terapia que implica pintar, aseguran que no saben dibujar, pero cuando se les explica que es un ejercicio, una herramienta para desprogramar que poco tiene que ver con el “arte” y que no se necesita ningún conocimiento ni habilidad especial, pintan y, generalmente, se sienten muy satisfechos, no solo por el efecto terapéutico sino con la obra en sí misma.

—Más allá de esta situación de crisis, ¿cómo podemos beneficiarnos de la arteterapia en nuestro día a día? Cuéntanos un poco sobre tu trayectoria en este campo.

En nuestro día a día no deja de haber situaciones estresantes producto de nuestra educación, de la forma de vida que llevamos, de las relaciones de pareja, familiares, laborales, etc
Con la arteterapia podemos sentirnos mejor, resolver un conflicto de relación, enterrar definitivamente creencias como «no valgo», «no soy querido», «no soy capaz», «estoy sola», «no me lo merezco», etc. etc. etc. en un tiempo relativamente corto.

Por otro lado, se pueden acompañar procesos de autoconocimiento y mejora personal más largos, con
la Pintura expresiva, el modelado en arcilla, etc. Desde mis inicios acompañé a niños y ancianos con estas herramientas de la arteterapia y continúo fascinándome al ver la manera única con la que cada uno se expresa a través del color y la forma. Una singularidad que solamente aparece cuando el acompañamiento va precedido de un respeto y apoyo incondicional.

—Y para los que nos quedamos con ganas de saber más… ¿qué nos estás preparando?

La propuesta de publicar y este confinamiento forzoso han sido el impulso que necesitaba para ponerme a escribir el libro que recoge mi experiencia de todos estos años acompañando niños y ancianos en sus procesos de creación y expresión. En él muestro el paralelismo existente en las temáticas y en la manera de pintar de los que recién llegaron a este mundo y los que van camino de dejarlo, formas arquetípicas que aparecen en los dibujos de niños y mayores y sobre todo, muestro cómo podemos acompañar desde la presencia y una mirada curiosa que ni juzga ni se entromete, ni corta el flujo de la expresión con preguntas o actos fruto de la incapacidad para estar, SOLO ESTAR, para que la creación y expresión sean realmente genuinas y no estereotipos.

María del Sol Recuero Arteterapeuta
Docente escuela FARBE
arteterapiacr@icloud.com