El final no es como te lo contaron.
La nueva colección de relatos del joven Eduardo Cristóbal de Lucas destaca por su originalidad. Relatos que hablan de lo que no se habla, van más allá del banquete de las perdices. Porque nadie te contó qué fue del príncipe azul tras su casamiento con a bella durmiente de uñas doradas, él nunca había importado en la historia. Nadie te habló de ronquidos, insomnio y desesperación como colofón de las historias. Y es que las relaciones no son blancas o negras como las piezas de un ajedrez, poseen colorido y desprenden olores.
Desde estos relatos podrás oler la vida de pareja concebida como una partida de ajedrez que se enroca sobre sí misma; la vida familiar captada desde una sensibilidad gatuna o perruna; vidas que se apagan; vidas qeu se encienden.
Relatos sobre las relaciones humanas y su cara oculta: el abandono, el miedo al cambio, la enferemedad o la pérdida de la inocencia giran sobre un eje cocinado a fuego lento. El autor afirma que para escribirlos se ha visto ayudado de un boligrafo Inoxcrom de los baratos, un ordenador portátil, un puñado de libretas, cientos de pósit pegados por toda la casa, dos esponjas o dos pingüinos con sombrero rojo, duchas de agua fría y demás útiles menores.
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